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La historia de la psicología forense en el Perú inició con el primer curso de especialización de la anterior Policía de Investigaciones del Perú (PIP) en el Instituto de Criminalística en el año de 1987, con la finalidad de especializar a los psicólogos que laborarían en la división de psicología forense de la Dirección de Criminalística realizando peritajes psicológicos forenses. Es así que un 16 de junio de 1988 comienza a funcionar oficialmente la división de psicología forense, realizando peritajes y convirtiéndose en la segunda institución de América Latina en realizar estos trabajos para la correcta administración de justicia.
Posteriormente se nombraron los primeros jefes y el personal que laboraría en el departamento de psicología forense del laboratorio central de criminalística. Cabe destacar que la creación de los departamentos de psicología forense en el Ministerio Público se realizó hace poco más de una década, aproximadamente.
La psicología forense en el Perú continúa en un proceso de construcción y desarrollo; existen solo seis universidades a nivel nacional que brindan estudios y segundas especialidades en criminología y psicología forense, a pesar de la gran necesidad de contar con la participación de profesionales especializados, dado el alto índice de delincuencia y criminalidad. El poder judicial es el que, en la actualidad, brinda cursos de capacitación al personal de psicólogos que laboran en su sector, pero aún así no logra cubrir las necesidades requeridas, por lo que se hace necesario capacitar al personal de psicólogos con la vocación por esta interesante especialidad.